La Herencia del Cuidado: Un Homenaje al Padre y la Medicina en la Familia

En este Día del Padre, mientras celebramos a esas figuras fundamentales en nuestras vidas, queremos compartir una historia que encarna la esencia de la paternidad: el legado, la guía y la inspiración. Una historia de vida uy de familia que, desde CMI – Centro de Medicina Integrativa, donde el Dr. Fabián Eduardo Mena Echeverría es nuestro Director Médico, nos invita a reflexionar sobre cómo la influencia de un padre puede moldear no solo el destino, sino también la vocación de servicio.
El Dr. Fabián Eduardo Mena Echeverría nos compartió una vez una profunda reflexión sobre el significado de ser padre, una que resuena con la esencia de lo que celebramos hoy: “El padre es una figura que se diluye entre la vorágine de proveer y descubrirse a sí mismo. Representado por José en la sagrada familia nos recuerda que mientras ser madres es un hecho biológico, ser padre es una decisión, es un acto de fe, de cariño, de cuidado y entrega voluntaria, que en el silencio y soledad de lo cotidiano nos permite crecer hasta comprender lo que dijo el buda (que también era padre), todos los hijos son mis hijos. Bendecido el hombre que ha decidido ser padre.” Esta poderosa visión nos sirve de preámbulo para contar la historia de una familia donde la vocación de cuidado se ha transmitido de generación en generación.

El patriarca de esta historia es el Dr. Fabián Eduardo Mena Noroña, un nombre que para muchos ecuatorianos es sinónimo de vida y esperanza. Como ginecólogo y un cirujano excepcionalmente hábil, el Dr. Mena Noroña ha sido testigo y partícipe del milagro del nacimiento en incontables ocasiones, trayendo alegría a miles de hogares. Su práctica, firmemente arraigada en la medicina alopática, representa la dedicación, la precisión y la visión resolutiva que ha caracterizado a una generación de médicos, siempre comprometidos con la salud y el bienestar de sus pacientes. Él es el vivo ejemplo de un padre profesional que, con su quehacer diario, sembró las semillas de la vocación en su hogar.
Su hijo, el Dr. Fabián Eduardo Mena Echeverría, nuestro actual Director Médico en CMI, ha crecido bajo la sombra inspiradora de ese gran médico. La medicina no fue para él una opción, sino un destino casi innato, forjado en el ambiente familiar: “Mi nombre es Fabián Mena, mis dos padres son médicos y desde que yo era niño mi papá se llamaba igual que yo, yo era el hijo del doctor, era el hijo del médico y cuando hacían casas abiertas a mí me ponían el mandil, me ponían la ropa de médico, en todos los estantes yo siempre fui médico, por eso digo, creo que nací para ser médico.” Esta conexión profunda con la profesión desde la infancia, viendo a su padre dedicarse incansablemente al cuidado de otros, marcó indeleblemente su propio camino.

Sin embargo, a medida que el Dr. Mena Echeverría avanzaba en su formación académica en la Universidad Central, su visión comenzó a expandirse. Si bien respetaba y valoraba profundamente la tradición médica de su padre, sintió el llamado a explorar otras dimensiones de la curación. Su reflexión fue clave: “Luego poco a poco en mi formación académica, estudié en la Universidad Central, fui pasando los años, pero a través de este abordaje de la medicina, de las ciencias de curar, me di cuenta que hay muchos dolores que son los dolores principales que viven en el alma, que no se pueden curar con pastillas o simplemente con algún tratamiento convencional.” Esta revelación lo llevó a especializarse en Medicina Tradicional China y Homeopatía, además de formarse como Médico en Medicina Tradicional Andina, adoptando una “visión integral” que busca sanar al individuo en su totalidad, reconociendo que el bienestar físico está intrínsecamente ligado al emocional y espiritual. Es esta misma filosofía de cuidado holístico la que impulsa la misión de CMI.
La historia de los doctores Mena es un hermoso tributo a la paternidad y a la evolución de la medicina. Nos muestra cómo la influencia de un padre puede inspirar una vocación, incluso si el camino elegido por el hijo diverge. El Dr. Mena Noroña, con su sólida y fundamental práctica convencional, ha legado no solo un nombre, sino una profunda ética de servicio. Y el Dr. Mena Echeverría, al integrar y expandir esa visión hacia la medicina holística, honra ese legado al buscar nuevas formas de aliviar el sufrimiento y promover la salud plena.
En este Día del Padre, celebramos no solo a los padres que nos guían y nos dan ejemplo, sino también a aquellos que, como el Dr. Mena Noroña, han dedicado su vida a traer vida y salud, y a aquellos que, como el Dr. Mena Echeverría, continúan su legado con una visión renovada de cuidado y compasión. La familia Mena, a través de estas dos generaciones de médicos, nos recuerda que el verdadero espíritu de la paternidad y de la medicina reside en la entrega, el cariño y el compromiso inquebrantable con el bienestar del otro.